First Reformed (2018) – Movie Review

Ethan Hawke in First Reformed

¡En español!

Paul Schrader’s latest, First Reformed, is a difficult one to classify. It is a study in the character of reverend Toller (Ethan Hawke), a pastor at a tiny church in upstate New York. He is depressed, probably alcoholic, and undergoing a crisis of faith when he meets Mary (Amanda Seyfried), a young pregnant woman who asks him to talk to her troubled husband, reticent to bring a child into a world he thinks is doomed. Toller is supposed to be a stabilizing influence over the man, but instead starts to worry that there may be something to his concerns.

The anchor of this entire film is without a doubt Ethan Hawke’s astounding performance, the best work he’s done in his career so far. He deals with extremely heavy emotions, he takes a character besieged by grief, a crippling uncertainty, and a growing fear of the future, and he captures all of that in a subdued performance not any less arresting because of its restraint. When he plays Toller, his moderation is a show of strength as a performer, not a lack of range. I really cannot overstate the degree to which he inhabits this character, makes him his own, and brings him to life.

After Ethan Hawke bearing his soul on the screen, what I found most notable about First Reformed was its formal austerity: for starters, it’s shot in the so-called Academy ratio (1.37:1), meaning the image is much narrower than most films (to give you an idea, most films are shot in 2.35:1; this is closer to our old 4:3 TV screens, which amount to 1.33:1. But still not as extreme as Xavier Dolan’s Mommy, which at 1:1 was literally square). This format is of course not chosen at a whim: the narrow image compresses the picture and contributes to the film’s claustrophobic, anguished atmosphere. Toller feels the walls closing in, and so do we.

This is reinforced by a subtle soundtrack and a sober cinematography whose pragmatism is not without elegance -take, for instance, Toller’s occasional voiceovers, which give the movie a certain old-fashioned touch in their earnestness. It can sometimes also be dry in its seriousness, but when it does rely on a dramatic beat or elevate the style in a key scene, it is full of impact.

First Reformed is a harsh watch, emotionally and formally, but nevertheless it deserved a wide international release that it was denied. Look for it, find it, on DVD: Ethan Hawke’s performance alone is a must-see.

First Reformed on IMDb

First Reformed (2018)

 

La última obra de Paul Schrader, First Reformed, es difícil de clasificar. Es un estudio del personaje del reverendo Toller (Ethan Hawke), el pastor de una parroquia diminuta en el estado de Nueva York. Está deprimido, parece ser alcohólico, y se encuentra en plena crisis de fe cuando conoe a Mary (Amanda Seyfried), una joven embarazada que le pide hablar con su marido, reticente a traer un niño a un mundo que cree condenado. Toller debe ejercer una influencia estabilizadora sobre él, pero más bien al contrario, empieza a temer que sus preocupaciones no andan desencaminadas.

El cimiento de toda esta película es sin duda la impresionante actuación de Ethan Hawke, el mejor trabajo de su carrera hasta la fecha. Trata con emociones extremas e intensas, toma un personaje asolado por la pena, una incertidumbre paralizadora, y un creciente temor al futuro, y captura todo ello en una interpretación sutil no menos impactante por su autocontrol. Cuando interpreta a Toller, su moderación es prueba de su fuerza como actor, no una falta de expresión. Es imposible exagerar el grado en el que habita su personaje, lo hace suyo, y le da vida.

Después de Ethan Hawke, que desnuda su alma en pantalla, lo que más me llamó la atención de First Reformed fue su austeridad formal: para empezar, está rodada en el llamado formato de la Academia (1.37:1); es decir, la imagen es mucho más estrecha que en la mayoría de películas (para darte una idea, casi todas las películas se ruedan en 2.35:1; este formato está más cerca de nuestras antiguas televisiones de 4:3, que equivale a 1.33:1. Pero no es tan extremo como la Mommy de Xavier Dolan, que con su 1:1 era literalmente cuadrada). Naturalmente, esta proporción no se elige por capricho: la estrechez del fotograma comprime la imagen y contribuye al ambiente claustrofóbico y angustiado de la película. Toller siente que las paredes se le caen encima, y nosotros también.

Todo ello se ve reforzado por una banda sonora discreta y una fotografía sobria cuyo pragmatismo no carece de elegancia; piensa, por ejemplo, en la narración ocasional de Toller, que da a la película un toque anticuado con su sinceridad. A veces resulta seca con su seriedad, pero cuando retrata un acontecimiento dramático, o cuando eleva su estilo en una escena clave, el impacto es innegable.

First Reformed no es fácil de ver, emocional o formalmente, pero aun así se merecía un estreno internacional que nunca recibió. Búscala en DVD: la actuación de Ethan Hawke merece la pena ya de por sí.

First Reformed en IMDb