Mission Impossible: Fallout (2018)

Henry Cavill, Tom Cruise and Rebecca Ferguson in Mission Impossible: Fallout

¡En español!

I did not foresee Keanu Reeves’ John Wick and Tom Cruise’s Mission Impossible franchises becoming the benchmark for practical action in a sea of CGI superheroes and aliens, but here we are.

Mission Impossible: Fallout is an amazing action movie, as in, it is a movie with amazing action. The plot is the loosest of threads stringing together spectacular set pieces and prolonged action sequences, and the thing is, when the action is this good, this superbly crafted, I’m not opposed to packing it wall-to-wall in a movie.

Tom Cruise stars as immortal, invincible superspy Ethan Hunt, and his team seems to have solidified in Simon Pegg, Rebecca Ferguson and Ving Rhames, which is as well. Sean Harris also returns as the creepy all-knowing villain, a kind of humorless Joker. This time around Hunt gets a new foil in the shape of an extremely physical Henry Cavill, who plays a CIA agent tasked with keeping Hunt in a very tight leash. There’s plutonium somewhere and we’re supposed to retrieve it, which I guess is a step up for a franchise that once based a plot on a literal macguffin.

Saying that this is worth watching only for the action sounds condescending, but the truth is that Fallout could be used to teach how to shoot and, just as importantly, how to edit action. Try this exercise: when watching a car chase in any movie, ask yourself if you know where each car is in relation to the others. It is often difficult to tell. Here, director Christopher McQuarrie shows us the stunts in long wide shots, without cutting every few frames, establishes what all the key players are doing, and never loses track of the geography of a scene.

There are visceral fistfights, thrilling car chases, PG-13 shootouts, and plenty more stunts that I don’t know how to classify. What sets them apart from the competition is that here, Tom Cruise and his team of madmen really did jump from one rooftop to another, really did hang from a flying helicopter. It seems sometimes that CGI has progressed so much that it can replicate anything without us noticing, and yet you can tell that these are practical, not digital, effects. You can feel the weight of the actors, the impact of each jump; CGI is used to augment and reinforce live action, not replace it altogether.

If you like action movies –and we’re not counting the genre-soup of Marvel blockbusters in here– then you will see few movies this year that can measure up to Mission Impossible: Fallout in terms of sheer craft. You’ll get your thrills not just from the action, but also from the shock of seeing just how far it’s possible to go with a robust budget and a massive death wish.

Mission Impossible: Fallout on IMDb

Misión Imposible: Fallout (2018)

No vi venir que las sagas John Wick de Keanu Reeves y Misión Imposible de Tom Cruise se convertirían en el estándar de la acción práctica en un mar de superhéroes y aliens hechos por ordenador, pero ya ves.

Misión Imposible: Fallout es una película de acción impresionante, en el sentido de que es una película que contiene acción impresionante. El argumento es el hilo más fino posible, que sirve solo para unir una ristra de escenarios espectaculares y prolongadas escenas de acción, y la cosa es que, cuando la acción es tan buena, tan bien realizada, no me opongo a llenar una película con ella hasta rebosar.

Tom Cruise repite el papel de Ethan Hunt, superespía inmortal e invencible, y su equipo parece haberse solidificado en Simon Pegg, Rebecca Ferguson y Ving Rhames, lo cual a mí me vale. Sean Harris también vuelve como el villano inquietante y omnisciente, una especie de Joker sin sentido del humor. Esta vez Hunt conoce a un nuevo contrincante en un Henry Cavill extremadamente físico, que interpreta a un agente de la CIA cuyo trabajo es atar corto a Hunt. Hay plutonio en algún lado y se supone que lo tenemos que recuperar, lo que supongo que es una mejoría para una saga que una vez basó su argumento en un macguffin literal.

Decir que solo la acción vale la pena suena condescendiente, pero lo cierto es que con Fallout se podría enseñar cómo rodar y, no menos importante, cómo montar acción. Prueba un ejercicio: la próxima vez que veas una persecución de coches en una película, pregúntate si sabes dónde está cada coche en relación con los demás. A menudo es difícil de decir. Aquí, el director Christopher McQuarrie nos muestra la acción en planos amplios y largos, sin cortar cada pocos fotogramas, establece lo que hacen todos los personajes relevantes y nunca pierde el hilo de la geografía de cada escena.

Hay peleas viscerales, persecuciones emocionantes, tiroteos menos inspirados, y muchas más situaciones que no sé cómo clasificar. Lo que las diferencia de la competencia es que aquí, Tom Cruise y su equipo de locos de verdad saltaron de un tejado a otro, de verdad se colgaron de un helicóptero en pleno vuelo. A veces me parece que los gráficos por ordenador han mejorado tanto que pueden replicar cualquier cosa sin darnos cuenta, pero nos damos cuenta de que estos efectos son prácticos, no digitales. Puedes sentir el peso de los actores, el impacto de cada salto. Las imágenes digitales se utilizan para aumentar y reforzar la acción real, no para suplantarla.

Si te gustan las películas de acción (y aquí no contamos el sopicaldo de géneros que son los blockbusters de Marvel) entonces verás pocas películas este año que estén a la altura de Misión Imposible: Fallout en habilidad pura y dura. Te impresionará no solo la acción en sí, sino también ver hasta dónde se puede llegar con un gran presupuesto y cero miedo a la muerte.