The Hate U Give (2018)

Amandla Stenberg in The Hate U Give

¡En español!

We open with Starr (Amandla Stenberg) getting The Talk from her dad (Russell Hornsby). In white families, The Talk usually revolves around flowers and bees; in the United States, in black families, it’s when parents have to explain to their children how to behave when (not if) they are stopped by the police to avoid being shot.

My Medieval Literature professor used to tell us: “When a story begins with a hunt, that’s a bad sign”. This opening scene suggests what’s coming next, but it’s no less harrowing when it does: soon enough, Starr witnesses how a friend (unarmed, teenaged, innocent, just like her) is shot and killed by a police officer.

What follows is an exploration of the consequences of this tragedy across all aspects of Starr’s life: the psychological trauma, the survivor’s guilt, the strain in the family (Starr’s mom is played by Regina Hall, always a welcome performer in any movie), but also the social and political impact at her posh, majority-white school, or even in the city as a whole as demonstrations for justice transform into protests against injustice.

The Hate U Give is at its best, I think, when it focuses on the former theme, the personal; as played by Stenberg, Starr is a compelling protagonist, wounded but strong, grappling with her fear but also with a burning need to speak the truth. The film is sensitive with the difficult topics it handles, but it is also unsparing, and will be especially valuable to those of us who don’t immediately need to think where our hands are positioned whenever we see a cop, as a lesson in just how deeply ingrained racism is built into our societies.

Where the movie doesn’t work as well is in the periphery, in a set of subplots that weigh down the whole more than they expand the narrative. A story about Starr’s friends in high school, or a criminal played by Anthony Mackie, or an activist lawyer played by Issa Rae, might all have potential independently but are diluted and unfocused when strung together. I see that the script, written by Audrey Wells, is adapted from a book by Angie Thomas; perhaps these stories were a richer, integral part of the novel, but here I would have preferred a leaner approach and a clearer direction.

Still, The Hate U Give does right by Starr, and tells a compelling that finds comfort in love and family without sugarcoating a profoundly unjust reality.

The Hate U Give on IMDb

El odio que das (2018)

 

Empezamos con Starr (Amandla Stenberg), en la cocina, mientras su padre (Russell Hornsby) le da “la charla”. En las familias blancas, “la charla” normalmente habla de dos personas que se quieren mucho; en los Estados Unidos, en las familias negras, se trata de cuando los padres tienen que explicar a sus hijos lo que tienen que hacer cuando les para la policía para evitar que les peguen un tiro.

Mi profesora de Literatura Medieval solía contarnos: “Cuando una historia empieza con una cacería, es mala señal”. Esta primera escena sugiere lo que se avecina, pero no por eso es menos trágico cuando sucede: pronto Starr será testigo de cómo un amigo suyo (desarmado, adolescente, inocente, como ella) muere de un disparo a manos de un agente de policía.

Lo que sigue es una exploración de las consecuencias de esta tragedia en todos los ámbitos de la vida de Starr: el trauma psicológico, la culpa del superviviente, el impacto en la familia (la madre está interpretada por Regina Hall, siempre bienvenida en cualquier película), pero también las repercusiones sociales y políticas en su instituto pijo y mayoritariamente blanco o incluso en la ciudad en general cuando las manifestaciones a favor de la justicia se convierten en protestas contra la injusticia.

El odio que das funciona mejor cuando se centra en el primer tema, lo personal: Starr, tal y como la interpreta Stenberg, es una protagonista efectiva, herida pero fuerte, que lucha con su miedo pero también con una necesidad acuciante de decir lo que sabe que es verdad. La película trata temas difíciles con sensibilidad, pero tampoco maquilla la situación, y será especialmente valiosa para aquellos de nosotros que no pensamos inmediatamente en dónde tenemos puestas las manos cada vez que vemos a un policía, como lección de lo profundamente arraigado que está el racismo en nuestras sociedades.

Donde no funciona tan bien es en la periferia, en una serie de subtramas que lastran el conjunto más de lo que expanden la narrativa. Las historias sobre las amigas de Starr en el instituto, o un criminal interpretado por Anthony Mackie, o una abogada activista interpretada por Issa Rae, tienen todas potencial por separado pero quedan diluidas y dispersas todas juntas. Veo que el guión, escrito por Audrey Wells, es una adaptación de un libro de Angie Thomas; quizás estas tramas eran una parte integral y detallada de la novela, pero aquí me habría gustado más un enfoque más directo y una dirección más clara.

En todo caso, El odio que das hace justicia al personaje de Starr, y cuenta una historia competente que encuentra consuelo en la familia sin edulcorar una realidad profundamente injusta.

El odio que das en IMDb