Spiderhead (2022) – Movie Review

Chris Hemsworth and Miles Teller in Spiderhead

¡En español!

It’s weird when two films by the same director come out within weeks of each other. It’s especially weird when one is a pinnacle of cinematic spectacle, like Joseph Kosinski’s Top Gun: Maverick, and the other is a big pile of nothing, like this Spiderhead.

The pretense of this high-concept sci-fi story is as basic as it gets: there is a secret penitentiary facility where inmates, in exchange for a higher quality of life than they’d get in a regular prison, are used as test subjects by a biological research organization. Led by tech bro Steve (Chris Hemsworth) and his underling Mark (Mark Paguio), they administer mood-altering drugs to their subjects, including our protagonist Jeff (Miles Teller). These drugs can induce laughter, horniness, fear, and eloquence, which isn’t a mood but that’s all they got. As the plot’s only sense of urgency, Jeff is forced to participate in experiments in which he may have to administer a new drug, which makes people feel terrible, to inmates he likes, like Lizzy (Jurnee Smollett).

If the stakes seem low, that’s because they are: the toothless premise kind of lies there, failing to escalate, while I wait for something to happen or for anything to matter. The only plot twists that I didn’t anticipate are those that are too mundane to move the needle either way. As just one example from its midpoint reveal, if you’ll forgive the small spoiler, it’s revealed that instead of a research organization, the test facility is run by… a pharmaceutical company. Like this one, all subsequent twists can elicit only two possible responses: “Did we not know that?” or “What does that change?”, until a pitiful climax in which both the final twist and the key resolution happen offscreen and independently of the protagonist.

(Speaking of: much is made of how the patients need to say “Acknowledge” to receive their drugs, and I kept expecting a Ghost in the Shell style twist in which their consent is in fact not necessary for the experiments to continue. It never comes, so I guess even the worst experiments are in fact optional. Pharmaceutical companies are nothing if not ethical!)

Hemsworth seems to find moments in his character to enjoy -there’s a brief dance scene that brings to mind the much superior Ex Machina– but he is not allowed to be neither as evil nor as cool to be memorable. The same can be said for the production design or the cinematography: suitable for an episode of a TV show, technically correct, but devoid of anything noteworthy.

Ultimately too mediocre to even be truly bad, Spiderhead is an empty exercise in producing what now passes for “content”, just filling time with nothing relevant to say and no artistic vision to express.

Spiderhead on IMDb

Spiderhead (2022)

Se hace raro cuando dos películas del mismo director se estrenan con solo unas semanas de diferencia. Se hace especialmente raro cuando una es un monumental espectáculo cinematográfico, como Top Gun: Maverick, y la otra es la insípida tontería que nos ocupa, Spiderhead, ambas de Joseph Kosinski.

La premisa de esta historia de ciencia ficción es de lo más básico: en algún lugar existe una penitenciaría en la que los reclusos, a cambio de una calidad de vida mejor que la de una cárcel normal, se someten a los experimentos de una organización de investigación biológica. Su líder Steve (Chris Hemsworth) y su subordinado Mark (Mark Paguio) administran sustancias que alteran el estado anímico de los sujetos, entre ellos nuestro protagonista, Jeff (Miles Teller). Las drogas son capaces de inducir risa, lujuria, miedo, y elocuencia, que no es un estado anímico pero es lo que hay. Como único elemento de urgencia del argumento, Jeff tendrá que participar en experimentos en los que podría tener que administrar una nueva droga, que hace sufrir a la gente, a una chica que le gusta, Lizzy (Jurnee Smollett).

Si el conflicto no parece muy importante, es porque no lo es: la premisa, ya de por sí sosa, no empeora ni degenera mientras esperamos a que pase o importe algo. Los únicos giros difíciles de anticipar son aquellos tan mundanos que apenas cuentan como giro. Por poner solo un ejemplo, el giro del punto medio de la peli, si me perdonas el spoiler, consiste en que en vez de una organización de investigación, la penitenciaría la lleva… una compañía farmacéutica. Como este, todos los demás giros suscitan una de solo dos posibles respuestas: “¿Eso no lo sabíamos ya?” o “¿Y eso cambia algo?”, hasta un lamentable clímax en el que tanto la revelación final como la resolución clave tienen lugar fuera de pantalla, sin participación del protagonista.

(Hablando de: recalcan mucho en que los pacientes deben dar su consentimiento hablado para recibir las drogas, así que yo estaba convencido de que vendría una revelación estilo Ghost in the Shell de que en realidad los malos no necesitan su consentimiento para proceder. Pero eso nunca pasa, así que supongo que al final hasta los peores experimentos son opcionales. ¡Si por algo destacan las farmacéuticas es por su gran ética!)

Hemsworth parece encontrar algún que otro momento del que disfrutar con su personaje (hay una breve escena de baile que recuerda a la muy superior Ex Machina), aunque no le permiten ser ni tan malo ni tan divertido como para resultar memorable. Lo mismo se podría decir del diseño de producción o de la cinematografía: técnicamente correctos, pero anodinos, como si fuera un episodio de una serie de televisión.

Spiderhead, demasiado mediocre hasta para ser verdaderamente mala, acaba siendo a fin de cuentas un ejercicio vacío en la producción de lo que ahora pasa por “contenido”, el mandato comercial de pasar el tiempo sin contar nada relevante ni expresar ninguna visión artística.

Spiderhead en IMDb