I’m always up for a movie with a cool gimmick -although gimmick isn’t quite the word, because it sounds like a cheap trick or a distraction. A cool concept, like a movie that’s set in one single location (like Oxygen), or made all in one shot (a real single shot, like Boiling Point, not a composite like 1917). No One Will Save You is an alien home invasion thriller, also a Tight 90, and also a film with no dialogue.
Kaitlyn Dever, whom I have never seen give a bad performance, stars here as Brynn, a reclusive young woman who lives in a gorgeous country house, inherited from her late mother. She makes a living selling handcrafts, and she seems if not shunned certainly side-eyed by many in her town, which is her main concern until one fateful night when aliens (actual aliens, the skinny gray men with bulging black eyes) break into her home with murderous intent.
From there, we’re off to the races: there’s some mystery (chiefly behind the aliens’ operation, and Brynn’s unknown trauma), more than a little bit of horror, but mostly this is a thriller, with near non-stop action as our heroine evades the aliens, fights back (with surprising force!) then finds herself into an even worse predicament than the one before.
For the most part, the lack of dialogue works wonderfully; Brynn spends practically all movie alone in her house trying to hide from the invaders, so it feels natural that nobody is speaking. There are one or two scenes, however, that really ask for dialogue and it’s uncomfortably obvious that the characters would speak if not for the meta rule. Likewise, there are certain backstory drops that come across clunkier than others, extremely evident when a subtler approach might have worked just as well.
The movie is solid fun for the first half or so, constant tension and clear stakes, but my interest waned in the second. The action becomes a tad repetitive after a certain period, the built up energy needs some release, and the story kind of writes itself into a corner. The delightful Spontaneous, the previous feature by writer and director Brian Duffield, had an emotional core that allowed for a better resolution. This one, while fun enough throughout, might have worked better as a short.
Nadie te salvará (2023)
Siempre me hacen ilusión las pelis con concepto, por llamarlo de alguna manera: las que tienen lugar en una sola ubicación (como Oxígeno) o que se han rodado en un solo plano (de verdad, como Boiling Point, no de mentiras como 1917). Nadie te salvará es un thriller de allanamiento alienígena, dura solo hora y media justa, y además es una película sin diálogos.
Kaitlyn Dever, a quien todavía no he visto actuar mal, encarna a Brynn, una joven retraída que vive en una preciosa casa en el campo que heredó de su difunta madre. Se dedica a vender piezas de artesanía, aunque cuando va al pueblo parece que todo el mundo la mira raro; es su mayor preocupación hasta que una noche unos alienígenas (marcianos de los clásicos, hombrecitos grises de ojos grandes y negros) irrumpen en su casa con intenciones violentas.
De ahí en adelante ya no paramos: hay algo de misterio (la operación alien y el trauma desconocido de Brynn) y una buena dosis de terror, pero más que nada hay tensión, casi sin parar a medida que nuestra heroína da esquinazo a los aliens, les planta cara (¡con más saña de lo que te esperas!) y acaba metiéndose en un lío peor que el anterior.
Por lo general, la falta de diálogo funciona a la maravilla: Brynn se pasa casi toda la peli sola en su casa, tratando de esconderse de sus agresores, o sea que es natural que no hable nadie. Es verdad que hay una o dos escenas que piden a gritos alguna frase, cuando sale algún personaje que claramente diría algo si no fuera por la guía de estilo. También hay varios momentos en los que se explica el trasfondo de una forma más bien burda cuando se podría haber contado lo mismo con más sutileza.
La película es de lo más entretenida hasta la mitad o así, con una tensión constante y una protagonista que no necesita palabras para hacerse simpática, pero tras cierto tiempo la acción se vuelve repetitiva, la energía se satura y la historia acaba arrinconada. La deliciosa Spontaneous, la obra anterior del director y guionista Brian Duffield, contaba con una base emocional que daba pie a una resolución más satisfactoria. Esta no deja de ser divertida, pero quizás habría funcionado mejor como cortometraje.