Body swap comedies are a bit like time-loop stories, in that they have a long and historied tradition for being a rather specific concept. After the classic Freaky Friday, the heart-warming 13 Going On 30 or the recent anime wonder Your Name, the latest entry into the sub-genre is Christopher Landon’s Freaky and its premise is elevator-pitch worthy: a teenaged girl (Kathryn Newton) swaps bodies with a psycho killer (Vince Vaughn). You can already feel your imagination begin to race. Millie will want to return to her body before the killer gets himself caught, while he will want to profit from his new, unthreatening appearance to get away with as many murders as possible.
Freaky’s best feature is its tone, with one foot planted firmly in slasher horror -plenty of gory kills, reckless teenagers just asking to be butchered, and jump scare fakeouts- and the other in fish-out-of-water comedy -expect lots of mistaken identity screwball! Freaky doesn’t take itself seriously, and that’s key to squeezing every drop of humor from its premise. Unlike, say, Spontaneous, which used humor to soften a dark inspection of existentialism, here the ultimate goal is sheer entertainment.
By its nature, most of the humor falls on Vaughn, who gets to act like a confused teenager for most of the film, and he acquits himself well: for the most part, he does not overact his girliness, and lets the concept work on its own without histrionics. Newton, however, also deserves credit for switching between personalities even better than her costar, and although her serial killer persona doesn’t get as much of a workout in the comedy department, there are scenes where she succeeds in radiating an aura of quiet bloodthirst. (I do wish the rest of the cast was on the same level.)
You can probably already name every single plot point in this film, which won’t break any molds, but it’s a fun popcorn movie that does justice to its premise and exploits the chemistry of its central duo.
Este cuerpo me sienta de muerte (2021)
Las comedias de intercambio de cuerpo son un poco como las historias de bucles temporales, en el sentido de que presumen de una larga tradición para ser conceptos más bien específicos. Tras la clásica Ponte en mi lugar, la adorable El sueño de mi vida o la hermosa Your Name, Christopher Landon añade una más a la lista con su Este cuerpo me sienta de muerte. El concepto es intrigante: una adolescente (Kathryn Newton) intercambia su cuerpo con el de un psicópata asesino (Vince Vaughn). Seguro que ya puedes imaginar cómo va la cosa. Millie quiere recuperar su cuerpo antes de que atrapen al asesino, mientras que él quiere aprovechar su nuevo aspecto inofensivo para matar tantas veces como sea posible.
Lo mejor de la peli es su tono, con un pie plantado firmemente en el cine de terror de asesinos en serie (un montón de asesinatos truculentos, adolescentes imprudentes que piden a gritos que los maten, y sustos que resultan no ser nada) y el otro en la comedia estilo pez fuera del agua (puedes esperar infinitos enredos de identidades confundidas). No se toman a sí mismos en serio, lo cual es clave para aprovechar todo el humor de la premisa. A diferencia de Espontánea, que utilizaba el humor para suavizar su descarnada inspección del existencialismo, en este caso el objetivo principal es el entretenimiento puro y duro.
Por su naturaleza, el humor recae sobre todo en Vaughn, quien tiene ocasión de actuar como una adolescente confusa durante casi todo el filme, y lo hace bien: en general, no sobreactúa la feminidad, sino que deja que el concepto obre solo sin histrionismo. Newton, por su lado, también es digna de elogio por saber cambiar de personalidad mejor que su colega, y aunque su papel de asesina en serie no tiene tanta vis cómica, hay escenas en las que consigue irradiar un aura de sadismo apenas contenido. Ojalá el resto del reparto estuviera al mismo nivel.
Seguramente ya sabrías enumerar todos los giros del argumento, que no rompe ningún esquema, pero se trata de una película palomitera entretenida que hace justicia a su premisa y aprovecha la química de su dúo protagonista.